Bocas dibujadas para aprender a leer
Irene Rejón es una profesora granadina –nació en el barrio del Zaidín–, egresada de la UGR y que hace dos décadas buscó su futuro profesional en la vecina región de Murcia. Especialista en Audición y Lenguaje, siempre pensó que tenía que haber una forma para que colectivos con dificultades para introducirse en la lectura tuvieran la oportunidad de aprender de una forma rápida y sencilla. Y lo encontró hace dos años. Afirma que «entré en un colegio nuevo, en Águilas, y me encontré con un niño que tenía dislexia profunda, y otro con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad). Ninguno de los dos leía, y ya tenían nueve años». A partir de ahí, se preguntó cómo podía ayudarles, «pero no contábamos con los medios necesarios. Tenía el encargo expreso de iniciarlos en la lectura, y así fue como di con este método».
La clave del sistema inventado por Irene Rejón está en la boca. Puede sonar a perogrullada, pero el matiz está en que la boca que lee está viendo cómo hacerlo en el dibujo de otra boca que aparece en una cartilla, de la que Rejón es autora. Así, el aprendizaje baja de la pizarra a la mesa. La propia profesora empezó a dibujar en primera instancia esas bocas que representan cómo pronunciamos las consonantes, «ya que las vocales son mucho más fáciles de aprender por sonidos, y mucho más difíciles de expresar con un dibujo», comenta.
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